La reciente publicación de la Ratio fundamentalis institutionis sacerdotalis -El don de la vocación
presbiteral- el 8 de diciembre de 2016, por partes de la Consagración para el Clero, así como el tema al
que será dedicada la próxima asamblea del Sínodo de los Obispos -los jóvenes, la fe y el discernimiento
vocacional-, me animan a publicar ahora esta reflexiones. No cabe duda de que el "cambio de época" -por
usar una expresión del papa Francisco- que caracteriza nuestro tiempo exige de la comunidad cristiana
repensar adecuadamente la formación de los futuros presbíteros, y hacerlo de manera integral y
comunitaria, abandonando definitivamente una figura de sacerdote inividualista y, en última instancia, no
encarnada en la existencia de los hombres. Creo que en las páginas que siguen se pueden encontrar
indicaciones útiles para esta terea.