Desde ese caminar «a gatas» hasta la ayuda inevitable del bastón,
el itinerario del misionero está jalonado de altibajos, recovecos y
osadías que marcan su vida con la etiqueta del «partir» y de la
itinerancia. La vida humana es, de hecho, un «itinerar», y su
esencia se juega en ese caminar itinerante que cada persona
realiza a lo largo de la misma.
En estas páginas, encontrarás iconos bíblicos o concretos
universales en los cuales se ve refljado el misionero. A su vez, se
muestran testigos del variado mundo en que vive el misionero con
particular referencia a China. Y personas concretas con destellos y
rasgos universales que siguen inspirando los pasos de muchos en el
seguimiento de Jesucristo. Y finalmente,un puñado de parábolas
entrañables que dan alas a la imaginación y derrochan luz para
discernir y elevar la mente y el corazón a cimas imprevisibles,
hasta que la itinerancia alcance la cima del encuentro con el Señor.