Resulta paradójico que en una sociedad en la que gracias a la investigación, los avances médicos, laborales, sociales, etc. cada vez se envejece con mayor calidad y cada vez hay más personas mayores (ya hablamos con naturalidad de llegar a los 105 años), el valor que se le da a toda esta población, la que supera los 65 años, sea cada vez menor. No cabe duda que una de las grandes cuestiones sociales que tenemos hoy día son nuestros mayores, el lugar que ocupan, su participación y la atención que merecen por parte de la sociedad y de la misma Iglesia. Nuestra revista Corintios XIII, siempre pegada a la realidad que acontece para iluminarla desde la teología y pastoral de la caridad, se hace eco de la invitación de los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social, con motivo de su mensaje de la Pascua del Enfermo de 2023: «Conviene más que nunca realizar una reflexión cuidadosa, clarividente y honesta sobre cómo la sociedad contemporánea debería ?acercarse? a la población de edad avanzada. En ese sentido, las diócesis, las parroquias y todas las comunidades eclesiales están invitadas