Convencernos de que somos amados personalmente por Dios: este es el audaz objetivo que se propone este libro. Aunque a veces lo sintamos lejano y distante, es en realidad sorprendentemente íntimo y cercano.
El camino para alcanzar ese convencimiento es la sencillez evangélica, indicada por Cristo y practicada por tantos santos.
Este libro te ayudará a saborear la alegría de pertenecer a Dios, que es Padre, y premia a quienes le buscan con una paz interior imperturbable.