"Los once chefs retratados en el libro se cuentan con lo que cocinan, pero -lo más importante- se cuentan de viva voz. Los relatos que aquí se presentan son francos. Ellos aparecen como personas que dudan antes que como individuos con superpoderes gastro. Historias potentes, íntimas, reveladoras, en las que el padecimiento y la alegría son dos ingredientes más. Cada uno está por una razón, más allá de la valía, y con una exigencia: que su historia conforme un pedazo único e irrepetible. Si estas personas no fueran los avanzados del oficio también merecían un capítulo por lo atractivo de su fe, de su lucha, de su ambición.