Desde los inicios del cristianismo Judas Iscariote no ha dejado indiferente a nadie. Los Padres de la Iglesia y autores espirituales hablaron sobre él repetidamente y con acentos muy negativos. Ha atraído a historiadores y exégetas e intrigado a literatos y artistas con preferencia cristianos pero también judíos. Los estudios y ficciones sobre tan singular figura se han ido multiplicando considerablemente con el paso del tiempo. Se han intensificado en la segunda mitad del siglo XX, y por diversas razones que no podemos exponer aquí, en los años transcurridos del siglo XXI, sobre todo en el momento presente, se ha puesto de moda el discípulo que entregó a Jesús.