Ser sinceros, no soltar bolas, decir la verdad, es clave en el desarrollo de nuestra personalidad y en muchos ámbitos de nuestra vida, pero en este libro quería referirme más específicamente a cómo ser sincero en el ámbito de la dirección espiritual, de la ayuda que recibimos para nuestra vida cristiana en esas conversaciones habituales que mantenemos con el sacerdote o con otra persona a la que hemos confiado la ayuda de nuestra alma.
Se trata, entonces, de hablar aquí de la fidelidad que tenemos ante los compromisos adquiridos con algún otro o con algo en concreto a lo que nos hemos comprometido. Y siendo todavía más precisos, me quiero referir a todo lo relacionado con nuestra fidelidad a nuestra vocación cristiana, a nuestra vida espiritual, a nuestro compromiso por procurar estar cerca de Dios, por tratarle, por procurar vivir cerca de Él, por custodiar nuestra vida de amistad con el Señor. También, lógicamente, la fidelidad debida a una vocación específica que hayamos recibido de DIOS, en caso de que sea así.
. Por eso, este libro vale para todos... porque todo cristiano, solo por el hecho de serlo, tiene una vocación al Amor, a la santidad, a la que ha de aprender a ser fiel y perseverar. No solo un sacerdote o un monje o una persona que vive el celibato apostólico ha de ser fiel a su vocación, que también. La fidelidad es una virtud en la que se han de empeñar todos los cristianos, sea cuales sean sus circunstancias y sea cual sea su edad... también si es adolescente.