Si hay dos figuras femeninas universales en Europa son la Santa alemana Hildegarda de Bingen en el siglo XII y la Santa abulense Teresa de Jesús en el siglo XVI. Doctoras de la Iglesia ambas, se acreditan como mujeres excepcionales, que merece la pena conocer y, si resulta posible, seguir en su amor a la Trinidad, a Jesucristo y al hombre concreto de carne y hueso. Aproximarse a su vida y obra, compararlas en sus aspectos esenciales es lo que intenta este libro. No nos dejará indiferente encontrarnos con estas dos extraordinarias personalidades, que constituyen un verdadero patrimonio de la humanidad y joyas perennes de la Iglesia Católica.