La primera exhortación apostólica de Robert Francis
Prevost, papa León XIV, es un trabajo iniciado por el
papa Francisco sobre el tema del servicio a los pobres,
en cuyo rostro encontramos «el sufrimiento de los
inocentes». El papa denuncia la economía que mata, la
falta de equidad, la violencia contra las mujeres, la
desnutrición y la emergencia educativa.
La exhortación de León XIV es un texto que propone los
fundamentos de la Revelación cristiana y de la tradición
de la Iglesia.
«[
] nos vienen a la mente aquellas paabras
del Señor:
Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis
hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis (Mt
25,40). No estamos en el horizonte
de la beneficencia,
sino de la Revelación;
el contacto con quien no tiene
poder ni grandeza es un modo fundamental
de
encuentro con el Señor de la historia. En los pobres Él
sigue teniendo algo que decirnos» (n. 5).
«El amor cristiano supera cualquier barrera, acerca a
los lejanos, reúne a los extraños, familiariza a los
enemigos,
atraviesa abismos humanamente insuperables,
penetra en los rincones más ocultos de la
sociedad. Por su naturaleza,
el amor cristiano es
profético, hace milagros, no tiene límites: es para lo
imposible. El amor es ante todo un modo de concebir la
vida, un modo de vivirla» (n. 120).