Nuestra sociedad envejece y cada vez son más las personas ancianas que necesitan cuidados. Aunque no seamos profesionales de la salud, podemos encontrarnos un día en la necesidad de cuidar a una persona, y este escenario puede provocarnos cierta aprensión. La autora comparte, a lo largo de estas páginas, el decantado de una historia apasionante, vivida en primera persona: sin proceder del mundo sanitario, ha acompañado a diario y durante varios años a Andrea, una anciana que se ha convertido para ella en maestra de vida, a pesar del declive cognitivo provocado por una enfermedad neurodegenerativa. La relectura del encuentro inesperado entre estas dos mujeres da origen a este libro. Así, no se trata de un conjunto de ideas generales a propósito de los cuidados, sino más bien de una reflexión pausada sobre el significado de "cuidar" y de unas pocas pistas surgidas del contacto cotidiano. El lector tiene entre sus manos el relato de una aventura. Quizá, al adentrarse en ella, su propia experiencia pueda verse sorprendentemente iluminada.