¿Cómo se llega a algo así? Con pasos torpes. Con momentos de luz y muchas horas oscuras. Con preguntas que nadie responde del todo. Pero sobre todo, con una certeza que se va abriendo paso por dentro, hasta que un día te sorprendes queriendo lo que antes no entendías. Y no porque seas mejor, sino porque has oído una voz. Una llamada. Y cuando Dios llama, no te pide menos: te ofrece más.
Este libro no es una teoría ni un dis¡curso. Es más bien una confesión agra¡decida. Una especie de carta abier¡ta para quien, como tú, tal vez está sintiendo algo parecido. No sé si este don es también para ti. Pero sé que, si lo fuera, no estás solo. Y que vale la pena escucharlo. Aunque al principio no lo entiendas. Aunque no estuviera en tus planes.