Un preclaro teólogo, como el P. Jean Galot, nos ayuda en este libro a
considerar los problemas más fundamentales del sacerdocio a la luz de Cristo,
que es su modelo y su fuente. Por esta vía penetramos en el misterio del
sacerdote para determinar en qué consiste ese misterio que excede a lo
humano y que es la nota distintiva de la condición sacerdotal. Estamos ante
una teología del sacerdocio. Desde ella se aclaran algunas cuestiones de
actualidad, como el sacerdocio femenino o el tema del celibato, que han estado
últimamente en el candelero mediático. El sacerdote es ante todo un hombre
de Dios, no un representante del pueblo ni un cabecilla político. A la luz de
Cristo, único sacerdote, se abre camino una explicación cabal de su misión en
el mundo y para el mundo.