«Los que hemos vivido a lo largo de estos años pasados tenemos la
obligación de ayudar a los más jóvenes a conocer la compleja realidad de
nuestra historia en toda su verdad. En nuestra sociedad hay demasiadas
tensiones, demasiados rechazos, demasiadas exclusiones. Los españoles,
desde la Ilustración, tenemos necesidad de aprender a convivir, necesitamos
aceptarnos unos a otros, tal como somos. Tenemos detrás una gran historia y
un gran patrimonio cultural que nos hace ser lo que somos. Tenemos que
aprender a aceptarlo con gratitud, sin eximentes. Y desde este realismo
podremos trabajar juntos para ser cada vez mejores. Para ello, si uno quiere
cumplir sus obligaciones de cristiano y ciudadano, está obligado a manifestar
y ofrecer su parte de verdad. Es mi caso. De esta reflexión y en respuesta a
semejante obligación ha nacido este libro».