En estas páginas encontramos un sencillo comentario al Magníficat que puede ser un buen subsidio para el mes de mayo que, en nuestra tradición, es un mes mariano por excelencia. El texto resalta a María plenamente identificada con la promesa de Yahvé, que había mostrado siempre una especial predilección por los anawin (los pobres, los que solo pueden poner su confianza en el Señor. Cada palabra del Magníficat expresa la vivencia íntima y personal, el compromiso vital de María con su pueblo.