Esta es la exhortación apostólica Familiaris consortio,
del papa Juan Pablo II. Fruto de un Sínodo de Obispos,
el documento aborda la misión de la familia cristiana en
el mundo actual. Destaca la importancia fundamental de
la familia como primera comunidad educativa, responsable
de transmitir la fe y de acompañar a sus miembros
en el discernimiento de su vocación. La exhortación busca
reflexionar sobre las luces y sombras de la realidad
familiar contemporánea, reafirmando la doctrina de la
Iglesia sobre el matrimonio y la sexualidad. Presenta a la
familia cristiana como una comunidad evangelizadora y
de oración, donde todos evangelizan y son evangelizados.
El texto hace un llamamiento especial a renovar el
compromiso pastoral de toda la comunidad eclesial
obispos, sacerdotes, religiosos y laicos especializados
para apoyar a las familias. Esto incluye la preparación
para el matrimonio y el acompañamiento, a todas las
familias, por supuesto, pero también a aquellas en situaciones
difíciles o irregulares. Si algo quiere Familiaris
consortio es subrayar que la familia es, acaso hoy más
que nunca, una fuente vital de luz y fermento para la sociedad,
afirmando que el futuro del mundo y de la Iglesia
pasa a través de ella.