La vida del segundo sucesor de San Juan Bosco que recibió del mismo Santo el mensaje oficial en la mitad de su trabajado corazón y se dispuso a transmitirlo sin pompa ni ostentación. Supo organizar con señorío la Congregación Salesiana y para 1931, fecha de su muerte, había abierto 250 nuevas casas y los salesianos de 6.000 habían pasado ya a 10.000. Fue una luz que los demás se dejaban inundar.