Teología y espiritualidad han sido tradicionalmente entendidos como dos departamentos estancos separados dentro de la religión católica. Dicho en otro modo, por un lado estaría la teoría y por otro la práctica. Ahora bien, el padre Felicísimo está convencido de que ambas partes se entrelazan, retroalimentan y enriquecen sin cesar y para demostrarlo recurre a la obra cumbre de la escolástica medieval, la Suma teológica de santo Tomás de Aquino, que no solo se detiene en las grandes cuestiones de dogmática y teología, pues de ella se pueden extraer también grandes enseñanzas en lo que a la práctica espiritual se refiere. Así, va desentrañando paso a paso este gran compendio de teología medieval para buscar y explicar las peculiaridades de la rica espiritualidad que contiene.