El siglo XX produjo las declaraciones de los derechos humanos, pero también centenares de millones de víctimas masacradas en genocidios, guerras civiles y mundiales, deportaciones, aniquilaciones de etnias, clases, grupos religiosos o ideológicos, etc. En ese contexto, cristianos de todas las confesiones sufrieron el martirio en magnitudes inauditas. Este libro cuenta su historia, enmarcándola en su respectiva circunstancia política: el martirio de los armenios, en la Turquía de «los nuevos turcos»; el de los ortodoxos rusos, en la Rusia soviética; el de los católicos mexicanos, en el México de la revolución liberal; el de los mártires de España, en la revolución anarquista y socialista paralela a la guerra civil; el de Centroeuropa, bajo los totalitarismos nazi, fascista y comunista; el de las minorías cristianas de Asia, África y Oriente Medio, en revoluciones y descolonizaciones; sin olvidar las inestables repúblicas de Hispanoamérica ni a los «mártires de la caridad». Este martirio de dimensiones colosales constituye una clave determinante para entender el presente y orientarse en el futuro, se profese o no la fe de las víctimas. El autor comparte la visión de san Juan Pablo II: en la debilidad de quienes entregan su vida perdonando actúa un poder divino que es luz de humanidad en medio de las tinieblas en las que cada generación libra el combate del bien y la libertad.