«¿Sigue siendo útil la teología para el hombre de hoy? ¿Puede ayudarle a buscar ?sentido? a su existencia? No, si trata de hacer de Dios la condición del sentido y convertirlo en su única fuente. Sí, si la teología ofrece una iluminación propia, la de la actualización de un exceso, de una gratuidad y de unos confines que permiten al sentido surgir de sí mismo en cada hombre. La teología se convierte así en necesaria para el tiempo presente y ofrece la posibilidad de hacer brotar el sentido.
En el presente libro intentaremos descubrir el sentido precisamente allí donde él se vive, es decir, en aquellos que yo llamo los lugares de sentido: la libertad (¿se puede imaginar la aparición del sentido sin que exista libertad?); la identidad (¿quién soy yo?, ¿tengo sentido?); el destino (¿qué puedo hacer de mi vida?); la esperanza (¿al final de la vida se encuentra el sentido o es la esperanza sólo la última ilusión de la caja de Pandora?); en fin, lo imaginario (lugar de leyendas, mitos y ficciones, fuente casi inagotable donde intentamos renovar el sentido).
Abrir el sentido hasta sus confines es abrir posibilidades, es contar una aventura posible, es procurar que cada cosa y cada acontecimiento pueda comprenderse de la mano de una visitación, de un cambio de perspectiva, de una trasgresión de lo que parece que debe ser siempre. Ahí está sin duda la clave del sentido» (A. Gesché).
El sentido es el séptimo y último libro de la extensa y sugerente dogmática de Adolphe Gesché que lleva por título Dios para pensar.