Extracto del Índice:
Desde lo hondo, grito a ti: La verdadera oración brota de lo profundo/ Me has echado en lo profundo de la fosa/ He llegado hasta el fondo de las aguas.
Perseverantes en la oración: Una Iglesia que ora/ La oración de súplica/ Pasó la noche en la oración de Dios.
Dichosa la que ha creído: Recuperar la oración de María/ María la creyente/ María meditaba en su corazón.
Los signos del Espíritu
Las páginas de este libro se podrían resumir en una sola frase: creed en el poder de la oración. Parece superfluo que, teniendo la promesa de Jesús en el Evangelio: "Lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo concederá", haya que recurrir a largas explicaciones para convencernos del poder de la oración. Sin embargo, quizás nos convendría pensar con Jean Lafrance, que orar es confesar que Dios no está obligado a concedernos lo que le pidamos, aunque El desea concedérnoslo todo. El poder de la oración se nos presenta como un itinerario orante que va desde la oración de súplica hasta la liberación del Espíritu que, prisionero en nuestro interior, desea que se transparente en nosotros la gloria del Resucitado.