La novedad de este libro es que une, por primera vez, dos conceptos:
educación emocional y temperamentos, con la intención de
dotar a los profesionales de la educación de criterio para identificar
los temperamentos de su alumnado, así como de estrategias para
una educación emocional adaptada a cada uno de ellos.
No tiene ninguna pretensión científica, ni tampoco pretende ser un
libro de educación emocional, ni de temperamentos. Se trata de
un libro eminentemente práctico, que «sirva» para educar mejor y
con más coherencia a los futuros adultos, es decir, para educar a
los niños y a las niñas con lo que son y para lo que serán.