Juan, un hombre de 70 años que se encuentra en su última mañana de vida, quiere morir en paz.
Pero no puede. A través del encuentro con un ser que proviene de su propia alma, podrá revisar
ocho relaciones personales en las que todavía tiene asuntos por resolver. Ahondando en cada una
de ellas se encontrará cara a cara y uno a uno con los siete vicios capitales, además de con el
miedo. A partir de un profundo inusitado acto de humildad reconocerá la debilidad de su espíritu
para cruzar su último puente.
La autora es la narradora que nos cuenta esta historia como si de una obra de teatro se tratase. Con
esa voz revisa ciertos conceptos hoy casi prohibidos como son la muerte, la culpa, la moral, el
pecado, el sacrificio, el perdón o las virtudes. Da un giro copernicano al prejuicioso entendimiento
actual de estos tabúes y los acerca al lenguaje de nuestros días para que estén al servicio de una
vida con transcendencia y en libertad.
Un ensayo ficcionado que habla con naturalidad de la muerte, así como del trabajo que podemos
hacer en nuestro interior mientras vivimos para fortalecer aquello inmortal que habita en nosotros.
Esta obra sobre el perdón incluye como epílogo un plan de entrenamiento para ganar destrezas en
su disciplina, que nos puede ayudar a cruzar nuestro propio puente.