Entre las formas negativas de relacionarse el ser humano tenemos la persecución,
que cabe defi nir como el ataque ensañado de un grupo humano hacia otro con la
intención de ofenderlo, dañarlo, menoscabarlo o incluso eliminarlo.
La diferencia entre la guerra y la persecución es que mientras en aquélla, más allá
de que fi nalmente una de las facciones se impondrá a la otra demostrando ser más
fuerte, ambas partes se agreden mutuamente en un plano de igualdad más o menos
evidente, en ésta en cambio una comunidad más agresiva, organizada y fuerte persigue
a otra indefensa, débil y no organizada para su defensa.