Si comes un trozo de pan, el pan deja de ser pan y se convierte en parte de ti mismo, accediendo a una nueva forma de vida. Lo mismo ocurre con nosotros -según el autor de este estimulante libro- cuando, al igual que el pan, nos consumimos en la entrega de nosotros mismos a los demás: morimos y accedemos a una nueva y superior forma de vida.Como el Evangelio, este libro es modesto en apariencia y accesible a todos, porque no busca la estética ni el sentimentalismo, sino la verdad, la fuerza de la experiencia, la realidad desnuda. Se trata de acoger al Dios verdadero en la verdad de nuestra vida. Se trata de saber aceptar el ser amados y aceptados por Dios tal como somos. Dios nos ama, y su amor no tiene más exigencia que la de acogerlo justamente allí donde él nos alcanza y nos quiere.Exigencia simple, pero absoluta y que apela al coraje; no el coraje de hacer cosas grandes o numerosas, sino el coraje de avanzar, de arriesgarnos y de vivir; de creer que Dios es capaz de hacernos vivir lo imposible y de lo que, por nuestra parte, somos radicalmente incapaces.