SÁEZ DE MATURANA, FRANCISCO JAVIER
Carlo Acutis es un chico absolutamente normal, pero con una armonía
absolutamente especial. Tiene muy claro lo que quiere, y lo expresa con
frecuencia: «Estar unido a Jesús es mi proyecto de vida». Cuenta con una
cualidad entre otras, que hoy echamos de menos, y cuando la percibimos
en alguien, gozamos inmensamente: es la bondad.
Y a esta cualidad va unida en él otra muy necesaria en nuestros
convulsos tiempos: es la esperanza.
Desde su infancia hasta el admirable desenlace de su vida, a los 15
años, en Carlo se abrazan entrañablemente esas dos cualidades: la
bondad, haciendo el bien a todos, sobre todo a los más vulnerables; y la
esperanza, pues sabe de quién se ha fiado, aun padeciendo una dolorosa
enfermedad, que le llevará a la muerte prematura.
En los momentos más duros, él vive ya como resucitado, configurado
plenamente con Cristo. Es un «amigo fuerte de Dios», al más puro estilo
teresiano.