Esta biografía viene a presentar al público la vida singularmente extraordinaria de una de estas religiosas, la hermana Lucila González María de Jesús, abulense natural de San Esteban del Valle. Lucila destacó por su humildad y por recibir la gracia de comunicaciones divinas, siendo considerada ya en vida por sus compañeras un crisol de virtud y una presencia tan edificante, que, tras su martirio, fue elegida para encabezar la causa de beatificación de las Adoratrices.