María intuye queno le
queda mucho tiempo. Retirada en
un lugar tranquilo a ella acude
Pedro en búsqueda de respuestas.
Han pasado varios años desde
la resurrección de Jesús y sus
seguidores están creciendo a
un ritmo de tal calibre que los
apóstoles necesitan de un guía.
Pedro, asustado, necesita parar,
pensar y volver a comprender.
Sólo María es capaz de darle esa
paz que él necesita.