Dolores Aleixandre se hace eco en este libro de la sorpresa, el desconcierto, la atracción o el asombro de los hombres y mujeres que conocieron a Jesús y caminaron junto a él. Más de dos mil años después, los que tenemos la suerte de conocerle, seguimos haciendo lo mismo: mirarle, escucharle, hablar de él, contarnos unos a otros la huella que su Evangelio va dejando en nuestras vidas.