Sinfonía divina, acordes encarnados: un título no escogido al azar, sino bien pensado para este libro y para este momento histórico. La palabra «sinfonía», que deriva del griego, es definida por el diccionario como «pieza de música escrita para que la toquen muchos instrumentos, todos sonando a la vez». Así que, en estos momentos convulsos, Pepe nos propone tocar una sinfonía, a la vez divina y encarnada. Narra hechos de vida de personas muy diferentes que tienen en común su relación con Dios. Personas todas necesarias para tocar la sinfonía divina. Un Dios que está en cada una de las mujeres y hombres que, sin pretender afán de protagonismo, forman parte de este libro que estoy segura de que no resultará indiferente a todo aquel que lo lea y quiera dejarse interpelar por Dios y por la vida. (María José Toledo)