Llevo más de treinta años de trabajo pastoral como sacerdote, con todas las edades y en diversos ambientes, y siempre me ha asediado una misma pregunta: ¿Por qué el mensaje cristiano, que es tan atractivo y humano, no consigue en los últimos tiempos atraer a la gente sino más bien está produciendo desafecciones y abandonos significativos?
A esta pregunta el autor quiere responder en este libro. Desde las sugerencias que le han hecho los mismos jóvenes, al tiempo que ofrece algunas sugerencias para remontar el vuelo.