El ocio se ha convertido en un recurso amenazado. La presi n laboral y la urgencia por estar permanentemente comunicados apenas nos permiten disfrutar del descanso. Por su parte, tanto los neur logos como los psic logos han demostrado de manera espectacular la importancia de los momentos de ocio; los cuales no s lo fomentan la regeneraci n y fortalecen la memoria sino que además son condici n imprescindible para la inventiva y la creatividad e incluso para las grandes prestaciones deportivas. Pero ante todo son indispensables para encontrar el equilibrio personal.