La etapa más rápida y significativa en el desarrollo de un niño se sitúa en los tres primeros años de la vida. Una observación eficaz y una buena planificación, durante esta etapa, son fundamentales para los procesos de aprendizje y desarrollo de bebés, y niños menores de tres años. El libro, basándose en los más recientes estudios e investigaciones, examina la relación entre observación, programación y evaluación.