INGLATERRA, 1797. Roderica Delamore posee un don mágico que heredan las mujeres de su familia: la habilidad de leer la mente de quienes la rodean. Es así como supo que Geoffrey jamás la amaría. Tras este desengaño, renunció a su sueño de casarse y decidió dedicarse a los caballos, su gran pasión. Durante una carrera conoce a Faelan Savigar, el Conde Diabólico, un calavera con sangre irlandesa cuyas conquistas y ruina económica están en boca de todos. Sorprendentemente, su don no funciona con él.