En febrero de 2015, en las playas cerca de Sirte, Libia, el grupo terrorista ISIS ejecutó a 21 hombres por profesar su fe en Jesucristo. Los mártires eran veinte egipcios coptos ortodoxos y un cristiano de Ghana. La ejecución fue grabada por los terroristas y difundida por internet. Todavía se pueden ver las escena donde los mártires vestían con un mono naranja como prisioneros y sus verdugos iban de negro con la cara tapada. Fueron secuestrados por ser cristianos y, como se puede ver en el video, murieron confesando su fe, con la frase Jesús, Señor mío en los labios.
No eran católicos, pero el Papa Francisco se refirió a ellos con estas palabras: Fueron asesinados por el simple hecho de ser cristianos. La sangre de nuestros hermanos cristianos es un testimonio que clama desde la tierra.
Y el 11 de mayo de 2023, ocurrió un hecho histórico, el Papa anunció que los 21 mártires coptos serían incluidos en el Martirologio Romano, es decir, reconocidos oficialmente como santos mártires también por la Iglesia Católica. Era una petición del
Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Copta Tawadros II. Fue un gesto muy significativo en el diálogo ecuménico entre las Iglesias Católica y Copta Ortodoxa.
Ahora estos 21 hombres se levantan como testigos de una fe por la que merece la pena morir.
Este libro recoge una semblanza de cada mártir y nos acerca la grandeza de santos de hoy.
Los mártires no murieron por una idea, murieron por una persona. Y en sus ojos se ve que sabían a quién iban a encontrar cuando cayera la espada.