En la infancia, el miedo es una manifestación emocional muy frecuente que puede crear un trastorno emocional (angustia, ansiedad, inseguridad), conductual (pataletas, malos hábitos, rebeldía) o fisiológico (mareo, vértigos, dolores de barriga). Pero a pesar de la perturbación que produce, el miedo es un trámite natural e incluso necesario en el proceso de madurez del niño. A partir de un entrenamiento met dico de la situación que produce el temor, los padres lograrán que sus hijos dejen de tener miedo y adquieran la seguridad y confianza necesarias para afrontar los contratiempos que le brinde la vida.