Ante el profundo cambio cultural y demográfico
que está experimentando Europa, ¿siguen siendo las
parroquias medios aptos para la evangelización?
¿Cuáles de las dimensiones constitutivas de la
parroquia responden más acertadamente, en caso de
hacerlo, al reto evangelizador de nuestros días y cuáles,
por el contrario, habría que repensar, modificar o
suprimir? ¿Se tiene claro, tras los debates de los
últimos años, el concepto mismo de lo que es una
parroquia desde su identidad teológica? ¿Qué valoración
puede hacerse de algunas experiencias que se están
desarrollando, como la erección de unidades pastorales
o la promoción de ministerios laicales? ¿Qué aporta
la última instrucción de la Santa Sede al respecto?
¿Tienen las parroquias de las grandes ciudades y las de
los pueblos casi despoblados los mismos retos? ¿Sigue
siendo sostenible la división obligatoria de toda
diócesis en parroquias? A estas y otras cuestiones
pretende dar respuesta el presente libro, proponiendo
algunas vías de solución tanto para la comprensión
teológica de la parroquia cuanto para la práctica
evangelizadora de la Iglesia en nuestros días.