Siempre que nos ponemos a la escucha del Señor, redescubrimos la
verdad de nosotros mismos: hombres y mujeres necesitados de Dios y de
su ayuda. La oración es una función vital: al mismo tiempo que nos devuelve
el corazón, lo reorienta hacia el Señor. La interioridad, de hecho, se
conquista con la cotidianidad de la escucha de la Palabra de Dios.
Los breves comentarios a un pasaje de la Biblia que se proponen para
la meditación diaria, al mismo tiempo que ayudan a comprender el sentido
del texto, quieren hacer llegar la Palabra hasta las puertas del corazón.
La Palabra de Dios cada día 2020 acompaña a la Comunidad de SantEgidio.
Es en la fidelidad a la escucha de la Palabra de Dios y en la oración
diaria de donde la Comunidad ha sacado la fuerza para vivir y comunicar el
Evangelio, servir a los pobres y trabajar por la paz.