Desde el año 2010, la crisis financiera de los créditos subprime se ha transformado en una crisis de la deuda pública de los diferentes países, y todo parece indicar que lo peor está aún por llegar. ¿Existen otras soluciones que no sean la generalización de los planes de austeridad presupuestaria, el pago de la deuda bancaria por los contribuyentes y la deflación? El autor desvela las falacias que enturbian el actual debate público, subrayando la exigencia de poner la difícil situación energética y climática en el centro mismo de un nuevo proyecto que escape a la mortífera adicción de nuestra economía a unas finanzas desreguladas.