Habiendo cumplido con los tres mandatos tradicionales (en su caso, tener ocho hijos, plantar 400 olivos y escribir un libro), Luis Conde se fijó tres nuevos retos para su vida: cruzar el Atlántico a vela, elaborar un buen vino y dirigir una orquesta. A la luz de estas tres experiencias, el autor explica su personal fórmula del talento.