La fe es un don y una riqueza que embellece y potencia la vida. Por esta razón se ha de proponer como un valor. El autor hace incapié en la necesidad de despertar la conciencia creyente y el impulso misionero en todos los cristianos. Libro oportuno y en consonancia con la preparación del Año de la Fe. Muy útil para la formación personal y en grupo, y para la revisión del testimonio y de la acción misionera.