El lenguaje del evangelio de San Juan puede parecer monótono y difícil;
pero constituye, en realidad, una sucesión de encuentros llenos de tensión...
Cada una de sus páginas se refiere al mensaje nuevo e inaudito sobre Dios,
que nos ha llegado a través de Jesús, el Hijo de Dios
. Con su amplísimo conocimiento, Klemens Stock nos introduce en la
profundización de los textos del cuarto Evangelio, en una sinfonía meditativa,
hondamente marcada por la fe. El mensaje evangélico se entresaca leyendo
de cerca el texto. Las preguntas al final de cada capítulo ayudan a recordar
que el evangelio nos plantea cuestiones radicales y pide como respuesta
nuestra conversión. Esas preguntas marcan precisamente el tono de una
lectura reflexiva del evangelio, una invitación a la meditación, a que el
evangelio se haga carne en el lector.