¿Qué necesita nuestro mundo para progresar
y alejarse de lo que pone en riesgo la vida?
Al atrevernos a entrar en nuestro propio
interior es cuando podemos encontrar las
mejores respuestas. En ese vacío donde nos
miramos y nos comunicamos con nosotros
mismos, encontramos algo que abre nuevas
perspectivas y permite observar la realidad
con unos ojos nuevos y globales. Una
verdadera espiritualidad que fortalece, calma
y orienta, animando a afrontar los retos de
cualquier individuo o comunidad.