El autor apela a la responsabilidad de todos, para hacer realidad un mundo más humano y humanizador, considerandi que es es posible desde la madurez moral y el cultivo de la dimensión espiritual de cada ser humano.
Vista previa: IGLESIA Y GLOBALIZACIÓN. LA HERENCIA DE JUAN PABLO II Y LA NOVEDAD DE BENEDICTO XVI
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información