La pintura de género realizada en la España del siglo XVII resulta escasa en comparación con la escuela flamenca o la italiana. Pero, si dos de los artistas más relevantes de dicha corriente en la Europa moderna son Velázquez y Murillo, cuyos catálogos rezuman originalidad y reflexión plástica, ¿por qué no fructificó en España este tipo de pintura, tan vanguardista y sofisticada en su concepción narrativa? La respuesta se encuentra en el particular contexto político, social y religioso de nuestro Siglo de Oro. Sin embargo, sólo una historia cultural de la risa desde Aristóteles hasta 1700, pasando por los autores latinos, lo popular, lo vulgar y lo carnavalesco, podía explicar la pintura de género y dotarla de significado.