¿Cuántas veces puede alguien intentarlo, aun cuando parezca la última? Las necesarias. Ese es el pulso que recorre Fantasticland, primera novela de la periodista y escritora argentina Ana Wajszczuk. El libro se adentra en una experiencia íntima pero universal: el deseo de ser madre, la obstinación por alcanzar ese objetivo y el precio físico y emocional que conlleva. En sus páginas no hay romanticismo ni edulcoración. La maternidad aparece ligada a procedimientos médicos, tratamientos, esperas, renuncias y a un dolor que no se limita al cuerpo. Es un camino atravesado por dudas y tormentas mentales, donde el deseo convive con la frustración y con la exigencia de resistir más allá de los límites. Wajszczuk evita la contención y escribe sin miedo a mostrar la crudeza de ese proceso. Con un lenguaje que no rehúye lo incómodo, Fantasticland explora cómo la voluntad y la obsesión pueden sostener un proyecto vital, incluso cuando la realidad parece negarlo. Una obra que habla de maternidad, pero también de deseo, de resiliencia y de los métodos ?médicos y personales? que hoy conforman el recorrido hacia ser