Corre el año 57 d. C. cuando el tribuno Cato y el centurión Macro
regresan por fin a Roma. Pero la capital del Imperio los acoge con
cierta hostilidad a causa del fracaso de su reciente campaña en la
frontera oriental. Macro piensa en la retirada; Cato vislumbra el
peligro en el horizonte. Y ambos saben que están en juego su
reputación y su futuro.