Este libro ofrece tres aportaciones: a) En un plano histórico, sitúa el evangelio en el contexto de la Guerra Judía (66-70 d.C.), desde el interior del despliegue de las comunidades cristianas. b) En un plano teológico, pone de relieve la aportación de Marcos en el despliegue de la identidad y conciencia de la Iglesia, al identificar al Cristo pascual (resucitado) con el mismo Jesús de la historia. c) En un plano literario, respeta el carácter narrativo del texto: Marcos no razona, ni demuestra, sino que cuenta la historia de Jesús, instituyendo de esa forma su "figura", como punto de partida y centro del cristianismo.