No fue caudillo militar, ni emperador, sino profeta y pretendiente mesiánico de galilea, y subió a Jerusalén con una propuesta de cambio social y personal, pero las autoridades lo mataron porque tuvieron miedo.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información