La sociedad actual adolece de un exacerbado narcisismo que se apoya en el poder absoluto del individuo en todo lo que se refiere a su mundo, tanto interno como externo, que hace que aquel crea que la felicidad solo se alcanza al ser completamente independiente, sin tener que verse obligado a contar ya con el prójimo que le rodea, ni como apoyo ni como objeto de desvelos o preocupaciones. Pablo Cirujeda se ha propuesto estudiar al detalle esta enfermedad del espíritu con el objetivo de paliar sus efectos y reconducir nuestras vidas hacia una perspectiva más madura y centrada en la construcción de la comunidad, tal y como Jesús nos enseñó: desde el amor.