Llegar a ser feliz, alcanzar la plenitud, es la meta que persigue todo ser humano. Para ello, la mayoría de las veces, es necesario cambiar aspectos profundos de nuestra propia vida. Ello implica salir de la zona de confort, aquello que nos es conocido y familiar para adentrarnos a explorar un nuevo territorio, el de nuestro auténtico potencial.